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Por Alfonso Arizcun
(Se permite la reproducción total o parcial de este estudio, siempre que se cite la fuente y el autor del mismo)
Tomás Moro - Sir Thomas More (1478-1535) - Santo
UTOPIA (1516) - UTOPÍA
Estudio: Marco literario utópico junto con otras obras utópicas de esa y otras épocas
Utopia, de Tomás Moro, está escrita en 1515, pero no se publica hasta 1516. Frente a los graves desórdenes e injusticias de la sociedad, describe un imaginario estado perfecto, tan irrealizable que la isla en la que lo sitúa se llama UTOPIA ('ningún sitio' 'no lugar').
Está escrita en latín y su primer título es "Sobre la mejor forma de comunidad política y la nueva isla UTOPIA, librito verdaderamente áureo y no menos saludable que festivo, por Tomás Moro, muy ilustre y elocuente ciudadano y Vicesheriff de la ínclita ciudad de Londres".
En la novela Moro intenta el equilibrio entre la broma y la seriedad, entre la ficción y la realidad, armonía que se rompió con el correr del tiempo, hasta el punto de que ya a principios del siglo XVII, por exclusión, se impuso el título de UTOPIA.
Esta obra dará origen a un nuevo género literario considerado como tal, pues ya antes se habían escrito otras obras que podrían englobarse dentro de este marco utópico.
Desde la primera página se esfuerza Moro por encuadrar personajes y sucesos de la historia de esos días de 1515. Comienza refiriendo cómo había sido enviado a Flandes como miembro de la Embajada Británica para resolver diferencias políticas y comerciales con los consejeros y delegados del príncipe Carlos. En Brujas celebran una entrevista sin ponerse de acuerdo. Moro se dirige entonces a Amberes, donde al salir un día de oír misa en la Iglesia de Santa María se encuentra a su amigo Pedro Gilles conversando con un desconocido, que resulta ser Rafael Hythlodeo (personaje ficticio). Con esta narración introductoria queda insertada en la historia la ficción y el personaje que la representa. El contenido de la narración es la conversación que mantienen Moro y Pedro Gilles con Rafael. El sitio donde la mantienen es en el jardín de la casa en la que se hospedaba Moro en Amberes.
La obra se compone de dos partes
En la primera se recoge lo dicho y discutido antes de comer: la injusticia de las leyes penales, los horrores de la guerra, la miseria de los pobres, la codicia de los mercaderes, el orgullo y la ociosidad de los nobles, las ambiciones guerreras de los príncipes, la ruina de las artes...
En la segunda parte se recoge lo dicho después de haber comido. Aquí, Rafael hará una detallada descripción de la isla Utopia y de sus habitantes, de sus ideas, costumbres,la organización social, económica y política.
Las dos partes constituyen por tanto una unidad de acción para el lector. La primera constituiría una exposición crítica, histórica y real de la sociedad europea a comienzos del siglo XVI. La segunda sería la descripción de la Isla y se constituiría en una contraposición a las prácticas sociales y a los vicios arraigados en la sociedad europea de la época. En contraste con la primera parte, la segunda debe entenderse como una fantasía literaria.
Sin embargo, la gestación de la obra no se corresponde con esta estructuración cronológica. La segunda parte (a la que titulará en un primer momento con el nombre de Nusquama, que luego desecha) la escribe en 1515, y posteriormente escribe la primera. Erasmo se encargará de la publicación de toda la obra, que será a finales de 1516 en Lovaina.
Toda la obra está escrita utilizando el recurso de ambivalencias e ironías, partiendo en primer lugar del significado de los nombres de los lugares y de los personajes ficticios que aparecen:
- Utopía significa "ningún lugar"
- Su gobernante es Ademos: "sin pueblo"
- La capital es Amauroto: "escondida a la vista", "esfumada"
- Su río principal es Anhidros: "sin agua"
- Rafael: "medicina de Dios", Hythlodeo: "hablador a tontas y a locas"
El resumen del sistema de vida que se lleva en la Isla Utopía sería: todas las clases son colectivas. Hay un jefe (filarca) para cada 30 familias. Se reúnen para escoger al príncipe de entre 2 candidatos presentados por el pueblo. Todo es común entre los habitantes, excepto las mujeres. Quien tiene necesidad de muebles los pide. Se viaja gratis. Nadie está exento de trabajar en el campo. Todos deben saber un arte, excepto los que demuestran una facilidad o una inclinación especial para el cultivo de las ciencias. Se trabaja 6 horas al día. El oro no tiene valor, y con él se forjan cadenas para los presidiarios y pendientes para reconocer a los malhechores. Las comidas se hacen en comunidad. Los placeres no tienen más límites que los impuestos por la naturaleza, encaminado esto a impedir siempre cualquier exceso. Se admite el suicidio para acabar con el sufrimiento físico si no hay remedio para el enfermo. Saben manejar armas,pero no las usan. Hay libertad de culto, pero no se admiten los que provocan disturbios. Se prohíbe el ateísmo.
Por tanto, habría en este país ideal: placeres sin abuso, trabajo sin fatiga, comodidad sin lujo y descanso sin ociosidad.
Respecto a las interpretaciones (de modo breve) que tuvo la obra:
La interpretación no presentó dificultades entre el público al que iba dirigida, especialmente entre las personas que estaban dentro del círculo de Moro. En el fondo y la forma UTOPIA era una denuncia de los males sociales de la época. Erasmo, gran amigo y conocedor de Moro, nos dice que "la finalidad de la UTOPIA fue mostrar de dónde brotan los males de los Estados, tomando como modelo la Constitución Británica".
Budeo (humanista francés), en una carta a Tomás Lupset, pedía que transmitiese a Moro "el tributo de mi más profundo afecto y veneración a causa de la Utopia, su isla del nuevo mundo. Ese relato será, para nuestra edad y las venideras, el semillero del que cada uno podrá trasplantar y acomodar a su propia ciudad las costumbres más convenientes".
Beatus Rhenanus, consejero del Emperador Maximiliano, elogiaba la Utopía "que contiene principios de tal categoría que no será posible hallarlos ni en Platón, ni en Aristóteles, ni siquiera en las pandectas de Justiniano. Sus lecciones quizás sean menos filosóficas que las de aquellos, pero ciertamente son más cristianas".
Más tarde, pasado un corto espacio de tiempo, toda Europa se llenará de luchas sociales y teológicas. Así, el núcleo primitivo de la corriente erasmista se diversificará en sus ideas. Será entonces cuando la Utopía de Moro cobrará sentidos diferentes, según la intención o ideología de sus lectores.
Marco Utópico
A lo largo de la historia se han escrito muchas obras utópicas en sus contenidos, que podrían englobarse dentro de un mismo marco utópico.
Han existido utopías religiosas (Joaquín de Fiore), políticas (Platón), sociales (Cabet) y económicas (Fourier).
Tomando la definición de 'utopía' que J.Barrio Gutiérrez ofrece en RIALP, "la utopía puede definirse como la construcción teorética en la que se esboza la estructura de una sociedad perfecta, en sus aspectos religioso, social y económico, irrealizable en su totalidad y que implica una crítica negativa indirecta de la sociedad realmente existente". De la característica de irrealizable proviene el significado vulgar del término "utopía", como algo irreal e imposible de alcanzar.
César Cantú, en su historia universal (Espasa-Calpe) dice: "el nombre de aquella imaginaria república ha quedado en la lengua para designar aquellos inejecutables proyectos que, sin embargo, tienen algo de realidad, y a veces no son más que verdades interpretativas".
¿Por qué surgen las obras y el pensamiento utópico?
Según J. Barrio Gutiérrez, la literatura utópica florece en épocas de conmoción social. Las utopías del Renacimiento reflejan la crisis de la sociedad feudal y el tránsito hacia la burguesía. Sería el caso de la utopía de Moro y la de Campanella
La implantación definitiva de la sociedad burguesa da lugar a obras como Nueva Atlántida, de Bacon, o las de Saint-Simon.
Para Barrio, si lo característico de las utopías del Renacimiento es la consideración de la organización social como una ordenación sometida a la justicia y al amor, las de la Ilustración tendrán como punto central al individuo (su objeto no será ya la comunidad) y su prototipo: el burgués.
Es decir, las obras utópicas surgirían como respuesta o reacción frente a una sociedad que no es válida en algún aspecto y que, por ello, se desea cambiar; especialmente en tiempos de crisis o conmoción social.
Unas veces se abordará el problema a través de la fabulación por medio de una novela, que en una lectura superficial se muestra como algo que sirve para entretener y divertir, pero que en su fondo refleja una gran crítica social. Aquí podríamos englobara la UTOPIA de Moro, las ficciones políticas de Jeorge Orwell, Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift o el Robinson Crusoe de Daniel Defoe.
Otras veces se aborda el problema y la crítica de modo directo, sin dar ocasión a la fabulación.
Unas obras serán más utópicas que otras, más radicales en sus propuestas utópicas.
Utopías a lo largo de la historia - Obras utópicas
- Griegos
Platón, en La República, nos habla de un estado ideal basado en la división en tres clases sociales: artesanos, guerreros y gobernantes. Con supresión de la propiedad privada y de la familia en las dos últimas clases y un sistema educativo exclusivamente estatal.
Zenón, en su Politeia (Republica), propone un régimen mixto de monarquía, aristocracia y democracia, en la que habría una comunidad de bienes y de mujeres, la supresión de templos, de guerras y de tribunales.
- Edad Media y Renacimiento
En sus Obras
Concordia Veteris et Novi Testamenti
Expositio in Apocalypsim
Tractatus Super quatuor Evangelia
Afirma que la historia de la humanidad se divide en tres etapas, cada una de las cuales está bajo el patrocinio de una de las tres personas de la Trinidad.
La 1ª etapa iría desde la Creación hasta la Redención y constituiría el reino del Padre.
La 2ª etapa englobaría el periodo de tiempo desde la Redención hasta una época un poco posterior a la que él vivía. Sería el reino del Hijo.
La 3ª etapa sería el reino del Espíritu Santo. Sería un reino bajo el imperio del amor, el hermanamiento de todos los hombres y la comunidad de bienes. Sería el reino donde se constituiría la sociedad perfecta.
Dentro de la Utopia de Moro se pueden encuadrar otra obras de ese periodo:
Francis Bacon, con La Nueva Atlántida, 1627, en la que, recordando a Platón, traza el plan de una sociedad ideal en el que el progreso científico estaría asegurado por la colaboración de un gobierno sabio y previsor.
Bodin, Colloquium Hetaplomeres de rerum Sublimium arcanis abditis, 1593. Circuló esta obra en un manuscrito durante los siglos XVII y XVIII, y no se publicó íntegra hasta 1857. En ella se desarrolla una doctrina igualmente utópica.
Tomás Campanella, en su obra La cittá del sole, 1623, describe una sociedad dirigida por un jefe supremo, representado por Dios y del que dependen tres ministros: uno encargado del uso de las fuerzas militares, otro del sostenimiento de la vida y la unión social y el tercero encargado de la propagación de la ciencia. Predica en la obra la comunidad de bienes y de mujeres, la abolición de la familia y de la servidumbre.
Se pueden citar otra obras de este periodo como son: Estados e imperios de la luna y el sol, de C. Bergerac y Viajes de Telémaco, de Fenelón.
- Época moderna
- En la Ilustración en su vertiente intelectual con Rosseau
- En la sociedad industrial con Saint-Simon
- En el positivismo con Comte
- De modo especial en los llamados socialistas utópicos:
Robert Owen, en sus obras Nuevo conceptos de la sociedad o ensayo sobre la formación del carácter humano y Revolución en la mente y en la práctica, propone la supresión de la familia, de la propiedad y del dinero.
Fourier es otro socialista utópico que expone en sus obras un sistema social de organización en comunas con un jefe. Este sistema se puso en práctica en Francia y América con un rotundo fracaso.
Étienne Cabet, en su Viaje a Icaria, novela filosófica y social, construye una sociedad de orientación comunista donde se abole la propiedad privada. Este sistema se puso en práctica en Texas e Illinois y, como en el caso anterior, fue un rotundo fracaso.
En el siglo XVIII, en el Robinson Crussoe de De Foe y en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift se observa una rechazo amargo de la época y una búsqueda del mundo perdido anterior a esa época.
En el siglo XX, que supone el triunfo definitivo de la burguesía y el apoyo a la Revolución Industrial, se constata la existencia de desigualdades y, mediante las obras utópicas, se pretende reaccionar contra una sociedad de consumo y sin ideales. Encontramos aquí a Owen, con las obras ya citadas y con su Nueva Armonía. También a Morris con Noticias de ninguna parte y a Cabet con la ya citada Viaje a Icaria, novela filosófica y social.
Dentro de este marco utópico, Vazquez de Prada incluye obras de H. G. Wells, Aldous Huxley con sus proyecciones históricas, C. S. Lewis con sus civilizaciones extraterrestres o Jorge Orwell con sus ficciones políticas. También incluye Elogio de la locura de Erasmo. Esta obra significaría una utopía paralela a la crítica social y política a la UTOPIA de Moro. En Elogio de la locura se nos presenta el absoluto revés de la sensatez y el buen criterio, pero -dice Vázquez de Prada- "exagera hasta el punto que el ejemplo deja de ser válido, ya que lo contrario de lo que elogia la locura se reduce, se aniquila o es un mero ideal fuera de la realización humana".
BIBLIOGRAFÍA
Vázquez de Prada, A., UTOPIA, Rialp, Madrid 1989
Rubio Carracedo, José, La utopía del estado justo: de Platón a Rawls, Ed. Rubio Esteban, Valencia, 1982
Fernández Sanz, A. Ángel, Utopía y realidad en la Ilustración española
Prevost, André, Tomás Moro 1427-1535 y la crisis del pensamiento europeo
López Estrada, Tomás Moro y España, sus relaciones hasta el Siglo XVIII
Tomás Moro, Santo, La Utopía de Tomás Moro
G. E. RIALP, Voz utopía, J. Barrio Gutiérrez
ENC. ESPASA-CALPE, Voz utopía
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